Un auténtico desastre
Piscis detesta manejar, porque le resulta imposible mantenerse atento, no entrar en pánico y controlar su automóvil. Cede su puesto de conductor con alivio.
Un defecto: Todos.
Frena sin motivo, acelera cuando es demasiado tarde, se olvida de hacer los cambios a tiempo, le transpiran las manos de terror cuando tiene un auto cerca.
Además, circula a contramano (sin darse cuenta) y larga el volante cuando su desafortunado compañero de viajes le cuenta algo sorprendente.
Mejor, no conduzca Piscis.
Un defecto: Todos.
Frena sin motivo, acelera cuando es demasiado tarde, se olvida de hacer los cambios a tiempo, le transpiran las manos de terror cuando tiene un auto cerca.
Además, circula a contramano (sin darse cuenta) y larga el volante cuando su desafortunado compañero de viajes le cuenta algo sorprendente.
Mejor, no conduzca Piscis.