¡No a los obstáculos! ¡No a la confusión!

Si analizamos la famosa violencia de los Aries descubriremos que este signo suele ser agresivo, en primer lugar, cuando un obstáculo se interpone en su camino. Para comprender este concepto imaginemos a un carnero (animal simbólico de Aries) corriendo por el campo, llevado por el instinto sexual o por el deseo de saciar el hambre. Frente a un alambrado, no se detendrá a pensar por dónde podría dar un rodeo.

Sería ridículo que lo hiciera e igual de ridículo le resultaría a un ariano dar un rodeo para no resultar agresivo: arremete contra los obstáculos simplemente porque no los ve.

Por eso puede suceder que, después de haber hecho o dicho algo, el Aries caiga en la cuenta de que hubo alguien que se sintió herido. La otra situación que lleva a Aries con muchísima facilidad a la violencia es la confusión, la indefinición o la ambigüedad.

La suya es una naturaleza simple, directa y sin vueltas: si puede llegar a resultar muy violento, nunca lo es intencionalmente. Él actúa con sinceridad, franqueza y sencillamente no calcula los posibles daños que puede llegar a causar.

Si se siente oscuramente amenazado, si percibe segundas intenciones, si no logra comprender qué es lo que quiere el otro, simplemente corta por lo sano: se va, en medio de un gran estallido de cólera.

Su interlocutor entonces puede sentirse profundamente violentado y quedarse durante mucho tiempo masticando el rencor. Pero el ariano no demorará mucho en calmarse, olvidar la situación y simplemente seguir su camino.

El recién nacido del Zodíaco

Para ilustrar lo más esencial de Aries, pensemos en el inicio de una vida: un parto.
El parto es un fenómeno de naturaleza ariana, el momento en el cual una nueva vida pugna por emerger de la simbiosis con la madre a la primera diferenciación: la separación física. Nadie podría decir que un parto es una experiencia negativa, y sin embargo tampoco se puede decir que no posea una determinada dosis de violencia.

Un parto puede ser vivido por la madre como una experiencia violenta, por lo repentino de la fuerza vital que está en juego, por el dolor que causa y por el cambio que implica.

Para el bebé que pugna por emerger al mundo, la fuerza preponderante es el impulso vital. Hay una potencia irreflexiva que lo lleva a presionar ciegamente para abrirse paso hacia el mundo.
Utilizando esta imagen, podemos pensar al ariano como a un ser humano que necesita nacer todo el tiempo y sentir, a través de su acción modificadora del mundo, que está vivo.

Hacedor de su propio destino

Esotéricamente Aries se relaciona con el poder creador de la mente. Su regente esotérico es Mercurio, planeta que rige la actividad del pensamiento.

A nivel corporal, además, Aries rige la cabeza, por eso se dice que los arianos han sido elegidos en este mundo para recordarnos que sólo de nuestra propia fuerza vital, del poder de nuestra voluntad y de nuestra mente depende que alcancemos la felicidad. Para Aries no existen reglas de juego prefijadas y eternamente válidas ni tampoco circunstancias de vida inamovibles.

Aries, al igual que el niño recién llegado al mundo, construye la realidad a su paso. No se siente indefectiblemente condicionado por el contexto que le ha tocado en suerte sino que construye ese contexto a través de una acción penetrante y modificadora.

Recordemos que este es, por excelencia, el signo de los pioneros, de aquellos que abrieron caminos -ya sea en la tierra o en la mente-, de quienes se animaron a correr riesgos para permitir la renovación de la vida. Y en éste, como en todos los signos de Fuego, existe un rasgo básico de generosidad: son también representantes arquetípicos de este signo todos aquellos que han sido capaces de dar su vida con valentía, movidos por el deseo de salvar a otro ser humano en peligro.

Los signos que más desencadenan la violencia ariana son Libra y Piscis: la dificultad de decisión del primero y el típico estado de soñadora indefinición del segundo, pueden llevar a Aries a una desesperación y violencia extremas.
El príncipe Bismarck, Van Gogh, Leonardo da Vinci, Descartes y Charles Chaplin fueron Aries. Todos ellos, en distintas actividades y de distintas maneras, mostraron una particular osadía en aquello que emprendieron. También Bette Davis y Joan Crawford, famosas por su apasionado temperamento, pertenecen a este signo.
Entre las celebridades más actuales, podemos mencionar a Luis Miguel, Emma Thompson, Marlon Brando y Alec Baldwin, entre muchos otros.