El Sol en la Casa II

Si el Sol ocupa la Casa II, el individuo tiende a juzgar a su prójimo más por la posición económica que por las efectivas cualidades morales o intelectuales.
Una actitud similar lleva inevitablemente a crasos errores de juicio, en cuanto los hombres son importantes sobre todo por lo que son y no por lo que poseen.
Con el Sol en la casa segunda, la adquisición de bienes por todos los medios se torna realmente imperiosa, tanto que hace perder al individuo todo matiz idealista o desinteresado en el comportamiento.

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