Géminis y Sagitario

Signos opuestos y complementarios

Sagitario y Géminis
Empleando una metáfora, y teniendo en cuenta que los elementos con los que estos dos signos del zodíaco están en analogía son el Aire, para Géminis, y el Fuego, para Sagitario, podríamos decir que el Aire de los Géminis, al soplar sobre el Fuego de Sagitario, lo atiza o lo apaga, según el caso, mientras que el Fuego de Sagitario, cuando quema en el cielo de los Géminis, convierte su Aire en un medio irrespirable, saturado de azufre.

Antinomia entre Géminis y Sagitario

Mientras el nativo Géminis se cuestione su destino, mientras no sepa hacia dónde va, ni quién es, podrá ir a parar a cualquier lugar y llegará a ser todo o nada; pero, del mismo modo, el nativo Sagitario, con la misma afición por experimentar, ya hace tiempo que partió en busca de un más allá inexplorado, de un sueño imposible, de otro yo, de lo extraño, lo ajeno (o el extranjero), que le permitirá desvincularse totalmente, enfrentarse a nuevas costumbres, vivir una nueva personalidad en un nuevo mundo.

En otras palabras, el nativo Géminis tiende a buscar y a buscarse a sí mismo en las múltiples y diferentes miradas de los demás, ahí donde se encuentren, adaptándose a todas las situaciones o mentalidades, siempre y cuando le devuelvan una imagen directa o indirecta de sí mismo.

Por eso cambia fácilmente de comportamiento o actitud, y suele jugar con dos bazas a la vez, dando realmente-la impresión de que posee una doble naturaleza y de que tiene dos caras. Esta manera de ser a veces atormenta al nativo de Sagitario, que tiende a no dudar de sí mismo y a colonizar a los demás, valga la expresión, imponiendo sus propias opiniones y convicciones, puesto que le empuja una necesidad instintiva de expansión.

No intenta adaptarse, aunque sienta curiosidad por los demás, sino que quiere conquistarles, librarles de sus costumbres habituales, hacer que adopten otros hábitos -convencido de que son, o serán, mejores para ellos-, y obligarles a cambiar de mentalidad. Añadiendo un punto de exageración, podríamos decir que lo que se opone entre el signo de Géminis y el de Sagitario, es que el primero está casi seguro de no saber quién es, mientras que el segundo no sólo se limita a estar convencido de lo contrario, sino que además tiene la osadía de creer saber lo que es mejor para los demás, pensar por ellos y elevarles hasta él.

El nativo Géminis hace lo posible por adaptarse a su medio social natural, mientras que Sagitario hace lo imposible por alejarse de él, ampliar su horizonte social, intelectual o geográfico. El primero es muy curioso, cerebral, crítico, con mucho humor y posee un carácter con múltiples facetas que le permiten cambiar de rostro y centro de interés cuando lo desea, pero hace que todo gire a su alrededor de forma un tanto narcisista o complaciente.

El segundo también es curioso, pero de una forma más física e ingenua a la vez. Su carácter generoso y epicúreo le incita a apoderarse de un espacio vital o de un territorio cada vez más amplio, para desarrollarse con plenitud y, eventualmente, hacer que los demás se aprovechen de sus adquisiciones, bienes o riquezas.

Atracción entre Géminis y Sagitario

Sin embargo, estos comportamientos de manifestaciones tan diferentes, según se trate de un nativo Géminis o Sagitario, se encuentran, a veces hasta se confunden, en un mismo estado de ánimo que se caracteriza por una inquietud intelectual en el primero -de ahí su curiosidad y su gran movilidad y adaptabilidad cerebrales- y una agitación más espiritual en el segundo -de ahí su sed de aventuras, su irresistible necesidad de exteriorización y expansión, y a veces incluso su «indomabilidad»—.

En otros términos, aunque la reflejen, la expresen y la vivan de forma distinta, los nativos de Géminis y Sagitario comparten una actividad mental que puede volverles curiosos e inestables, pero también geniales, espirituales y clarividentes. Observamos con bastante claridad estas características, a la vez contradictorias y complementarias, en la carta astral del profesor Maurice Mességué, nacido un 14 de Diciembre bajo el signo Sagitario, con un ascendente situado en el signo Géminis, y con Mercurio (el regente del ascendente) también emplazado en Sagitario.

De tal manera, detectamos una sed de expansión basada en sólidas convicciones que vienen de lejos, y que marcan la vida de quien vino a llamarse en su tiempo el maestro de las plantas, muy popular porque prodigaba sus cuidados con acierto y de buena gana, ya cuando era un simple fitoterapeuta más bien oscuro y anónimo, hasta que se situó como maestro y pionero de la fitoterapia moderna, ganando proceso tras proceso (entablados por el Consejo de la Orden de los Médicos por ejercicio ilegal de la medicina) y denunciando sin miedo las actividades de ciertos charlatanes que denigraban su profesión con prácticas de curandería, y, al mismo tiempo, curando a personalidades y a estrellas de su época (Winston Churchill y Mistinguett entre otros).

En efecto, las raíces de la cultura y las tradiciones a las que Maurice Mességué siempre se refirió se remontan a más de cuatro siglos. Esta simple frase escrita de su mano resume muy bien nuestras palabras en relación con las características de los signos Géminis y Sagitario: «Siempre me ha gustado viajar porque tengo curiosidad por todo, principalmente por los hombres». (Maurice Mességué, Los hombres y las plantas, 1970.)

Las características opuestas y complementarias de los signos Géminis y Sagitario

Géminis Sagitario
Gran curiosidad intelectual Tendencia a la simplificación de ideas y conceptos
Espíritu abierto, gran capacidad de adaptación a los demás Voluntad de ampliar su horizonte geográfico o espiritual
Carácter adaptable, siempre en busca de su identidad Carácter indomable, en busca de evasión y aventuras
Gusto por el mundo social y las relaciones Gusto por la competición
Espíritu crítico con tendencia a la reflexión Necesidad de exteriorizarse
Narcisismo, vida cerebral intensa Optimismo, generosidad
Contacto intelectual con la realidad Contacto físico con la realidad
Naturaleza influendable, cambiante, inestable Sed de expansión, necesidad de obtener un reconocimiento
Inquietud mental y nerviosismo Agitación física y dinamismo
Inconformismo Didactismo

Una idea sobre “Géminis y Sagitario

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