Si la Luna ocupa la Casa II, la suerte financiera del sujeto es inestable y tiende a estar vinculada con personas de estrecho parentesco, de sexo femenino, como la madre, la hermana o la esposa, actuando esto como un arma de doble filo.
Estas personas financian al individuo o bien cuidan su manejo económico más o menos sabiamente, según los aspectos, armónicos o no, que los otros planetas formen con la Luna.
Estas personas financian al individuo o bien cuidan su manejo económico más o menos sabiamente, según los aspectos, armónicos o no, que los otros planetas formen con la Luna.
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