La Luna y el Zodíaco

El Sol rige de día y la Luna de noche. El Sol simboliza el principio positivo dador de vida y la Luna el negativo o receptivo. En la actualidad una gran parte de la Humanidad está a punto de salir de la ilusoria fascinación de la influencia de la Luna, pero pasarán muchos siglos antes de que la mayoría quede libre de sus limitaciones. Las declincaciones dadas para el paso (aparente) del Sol a través de los distintos signos del Zodíaco, también indicarían el carácter de la personalidad cuando la Luna estuviese en ese signo al nacer. Esto es cierto, pero con algunas modificaciones.

El Sol representa el corazón, las emociones superiores, la parte más pura de nuestra naturaleza, y el carácter que está en la raíz de nuestro ser, mientras que la Luz representa el cerebro, los sentidos y la parte de nuestra naturaleza que conoce y adquiere experiencia a partir del mundo físico y objetivo. La distinción entre ambos astros es muy acentuada y definida, aunque en el verdadero sentido representan nada más que dos mitades de un todo. Objetivamente, vemos la luz de la Luna cuando está encima de la tierra y el Sol está abajo, pero subjetivamente sabemos, que cuando la personalidad es fuerte y la individualidad es débil, se evidencia la naturaleza lunar. Las personalidades fuertes están llenas de deseo y se centralizan en sí mismas, anchas, liberales y magnánimas.

Las primeras se aferran a las formas, a la percepción y a los objetos, y sus sentidos son más sensibles, agudos y activos, mientras que las últimas no están tan atadas a los sentidos, viviendo más en la mente y en las emociones superiores, y el mundo subjetivo tiene más importancia para ellas que el objetivo; la reflexión, la previsión y la fuerza de voluntad son más fuertes en ellas que el deseo y el impulso.
Hasta que el estudioso de la naturaleza humana no aprenda a distinguir entre el carácter que expresan separadamente el corazón y el cerebro, le resultará difícil descubrir cuánto carácter individual hay aparte del personal, o cuánto es personal y cuánto es individual, particularmente en los tiempos actuales, en los que comparativamente hablando, son tan pocos los que se conocen a sí mismos. Por regla general, la Luna situada más alta en el cielo que el Sol, indica que la personalidad es más fuerte.

Cuando el Sol y la Luna están por encima de la Tierra, ambos caracteres serán fuertes. En los horóscopos nocturnos (o sea cuando el nacimiento ocurre después de la puesta de Sol) la Luna suele estar por encima de la Tierra, pero también puede ocurrir que ambos astros estén debajo, y en consecuencia, ambos podrán ser débiles y la vida resultará proporcionalmente desafortunada.

Daremos algunas indicaciones en cuanto a la naturaleza de la personalidad cuando la Luna pasa por cualquiera de los doce signos. El término nativo, empleado aquí y en otras partes, se refiere al sujeto del horóscopo. Este uso es común en los textos astrológicos, y el término es conveniente, pero no tiene ninguna relación, por supuesto, con la nacionalidad, tal como lo sugiere el uso corriente.

La Luna en Aries

La Luna en Tauro

La Luna en Géminis

La Luna en Cáncer

La Luna en Leo

La Luna en Virgo

La Luna en Libra

La Luna en Escorpio

La Luna en Sagitario

La Luna en Capricornio

La Luna en Acuario

La Luna en Piscis

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