Los tránsitos Neptuno Sol

Cuando, por tránsito, Neptuno activa a nuestro Sol natal, aunque sea de una forma muy sutil, siempre hace que las raíces más profundas de nuestra personalidad tiendan a tambalearse. El Sol simboliza el carácter, el principio del «yo soy», el alma, la esencia de nuestra personalidad. Simboliza la vitalidad y también el tipo de hombres que formarán parte de vuestras vidas, así como vuestra forma de enfrentaros a las figuras de autoridad. Los aspectos inarmónicos de Neptuno afectarán al Sol durante unos cuantos años. Los antiguos conceptos y actitudes se irán evaporando lentamente y, finalmente, serán sustituidos por otros nuevos. Pero, hasta el momento en el que podamos llegar a experimentar este cambio de una forma consciente, seguramente sufriremos una gran pérdida, tanto con respecto a nuestra vitalidad, como a nuestros propios valores. Por regla general, esta sensación suele asustar un poco a la gente e incluso puede llegar a provocarles depresiones y pérdida de esperanza. Esta desesperación nos afectará a cada uno de nosotros de una forma muy distinta.
Los aspectos natales recibidos por el Sol serán muy importantes para llegar a comprender este tránsito, puesto que estos aspectos también se verán activados. Si el carácter de una persona ya es destructivo por naturaleza, es muy probable que durante este tránsito pueda llegar a sufrir mucho más que otra persona de naturaleza más constructiva.
La energía parece reducirse a niveles muy bajos. Una persona puede pensar que está anémica y saben, tras haber visitado a su médico, que está perfectamente sana. Seguramente, las vitaminas puedan compensar esta sensación de cansancio y de pereza. Puesto que el insomnio no resulta extraño durante este tránsito, quizás sea necesario cambiar los hábitos de sueño. Con frecuencia, este tránsito suele producir un inevitable deseo de permanecer despiertos durante la noche o una incapacidad para conciliar el sueño en el momento en el que nos metemos en la cama, aunque acompañado por la imperiosa necesidad de dormirnos un ratito hacia las dos de la tarde. Por supuesto, la mayoría de las empresas no estarán en absoluto de acuerdo con esta idea, pero hacer una pequeña siesta o aprovechar los fines de semana para dormir y descansar son cosas que no pueden perjudicar a nadie. Probablemente, ni la familia, ni los amigos, puedan llegar a comprender nuestra necesidad de dormir tanto, pero acabarán por acostumbrarse a ello. (¡Parte del efecto de los tránsitos de Neptuno es el de animarnos a eliminar toda una serie de obligaciones sociales realmente innecesarias!)
La pérdida de esperanza, relacionada con el tránsito Neptuno-Sol, tiene lugar porque los objetivos e impulsos profesionales, así como las ganas de vivir, se están viendo afectados de una forma nebulosa. Probablemente, aquellas personas que siempre han tenido unos objetivos muy claros y determinados serán las que resulten más perjudicadas. Algunas personas se sienten decepcionadas por su profesión o consideran que el trabajo que están realizando ha dejado de ser necesario en el mundo laboral. Pueden existir deseos de involucrarse espiritualmente pero, si, en cierto modo, esta búsqueda espiritual se ve obstaculizada por ideas ateas o por unas desagradables experiencias familiares con respecto a la religión, la puerta hacia la libertad puede llegar a cerrarse. Pero también puede abrirse, dado que las filosofías religiosas y las filosofías más metafísicas o místicas no presentarán tantas barreras a los laicos como puedan hacerlo las religiones más ortodoxas.
Éste es un período durante el cual seréis capaces de mirar a través del velo de la ilusión y echar una ojeada a algunos de los aspectos menos atractivos del ámbito laboral. La pérdida de esperanza puede convertirse en una auténtica desesperación al formar parte de una desagradable realidad laboral. Este tránsito también puede indicar un período durante el cual una persona, normalmente precavida y cuidadosa, se atreva a arriesgarse a iniciar una nueva empresa comercial o una nueva relación totalmente carente de sentido para aquellos que la rodean.
Los tránsitos inarmónicos Neptuno-Sol cumplen un objetivo en el desarrollo de la personalidad que no siempre resulta fácilmente perceptible. Requieren que nos volvamos más conscientes y que la evolución espiritual, o del alma, también se vuelva consciente. Los detalles insignificantes de la vida cotidiana perderán toda importancia, puesto que ya no tendremos la energía suficiente como para proseguir con unas actividades sin sentido y que tan sólo nos sirven para matar el tiempo. Podremos superar esta pérdida de esperanzas creándonos otras nuevas, aunque éstas deberán ser más universales. Puede empezar a aparecer la energía creativa y, en lugar de desarrollar el concepto de una conciencia de vecindad, tendremos la oportunidad de desarrollar el concepto de una conciencia universal.
Cuando intentéis pronosticar los aspectos inarmónicos del tránsito Neptuno-Sol, antes de pensar en lo peor, os aconsejaría que tuvierais en cuenta algunos factores importantes. Ante todo, ¿qué edad tiene vuestro cliente? ¿Estáis asociando este tránsito con la típica crisis de los cuarenta, o bien con la de un joven que está pasando por una depresión emocional relacionada con un tipo completamente distinto de acontecimiento?
Neptuno puede influenciar una carta astral durante unos cuatro o cinco años. Y si el Sol natal también está en aspecto con otros planetas, entonces, el efecto del tránsito incluso puede llegar a durar más tiempo.
Al principio solemos enfrentarnos ante nuestras depresiones, reaccionando más o menos así: «¿por qué estoy vivo?», «¿por qué tengo que estar en este mundo si mi marido, mi mujer, mi trabajo, mis hijos, o el no tenerlos, etc. realmente, no me hacen en absoluto feliz?» Entonces es cuando empezamos a plantearnos la necesidad de ser felices. Afortunadamente, llegamos al mismo punto de partida y nos preguntamos porqué todo está vivo a nuestro alrededor; los árboles, las jirafas, las personas, etc. Sin apenas darnos cuenta, emprendemos un camino filosófico y empezamos a desarrollar toda una serie de ideas con respecto a nuestras inquietudes místicas o espirituales porque, en el fondo, lo que estamos haciendo es examinar la naturaleza de nuestra realidad. Si el individuo se halla influenciado por las filosofías platónicas, o equivalentes, logrará superar este tránsito y se convertirá en un ser mucho más fuerte y seguro de sí mismo. Quizás pueda desarrollar su propia forma de sentir con respecto a la espiritualidad o a la religión. Y, precisamente, para esto es para lo que sirve este tránsito. Si no tenemos en cuenta nuestra propia vida, ni tampoco su valor, entonces, ¿cómo podremos ofrecer a los demás algo realmente valioso? Tarde o temprano, todos abandonaremos este mundo y nuestros seres amados también morirán. Pero, ¿cómo podremos llegar a enfrentarnos a este trauma si ni siquiera hemos sido capaces de hacer frente a nuestra propia espiritualidad?
Podemos superar este tránsito sin llegar a desarrollar ni una pizca de espiritualidad. Podemos ir empezando, y acabando, nuevos trabajos, nuevas profesiones y nuevas relaciones amorosas. Podemos sentirnos como unas auténticas víctimas mientras deambulamos sin un objetivo concreto, desilusionados y engañados por el velo de la ilusión que nos presenta Maya. Podemos salir del paso y limitarnos a respirar aliviados una vez que haya pasado este tránsito pero, si esto es todo lo que hacemos, realmente, nos habremos perdido algo muy importante.
Algunos astrólogos suponen que los acontecimientos más negativos de la vida pueden tener lugar durante los tránsitos de los planetas pesados. Para aquellos que se preocupan por sus hijos, probablemente éste sea el momento de mostrarse más directos y más honestos con ellos. Mantener una buena relación con los hijos durante este período puede resultarnos mucho más útil que estar constantemente preocupados o esperar que suceda lo peor. Este tránsito no tiene porqué ser destructivo y, como astrólogos, seguramente estaremos mucho mejor considerados si no transmitimos ninguna paranoia a nuestros clientes.

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