Éste es un tránsito generacional, es decir que lo experimentarán todas aquellas personas que hayan nacido más o menos en el mismo año. A no ser que, en la carta astral, Urano esté aspectado con los planetas personales, el tránsito no será demasiado significativo. Es más fácil que podamos observar toda una serie de cambios en nuestra generación que unos cambios a nivel personal.
En la carta astral, Urano señala el comportamiento de nuestra generación. Neptuno, en cierto modo, cambiará este comportamiento. Quizás pensemos que tenemos que cambiar con los tiempos, que debemos cambiar nuestra forma de comportarnos, así como las pautas de nuestra vida con el fin de seguir estando al día. Si, en el pasado, nuestro comportamiento fue demasiado excéntrico o excesivamente obstinado, Neptuno nos mostrará insidiosamente que debemos ampliar nuestra conciencia.
Los antiguos estilos de vida van desapareciendo ante nuestros ojos, dejándonos boquiabiertos e intentando imaginarnos qué es lo que ha sucedido. Si lo hemos estado haciendo todo exclusivamente por y para nosotros mismos, quizás nos demos cuenta de que ha llegado el momento de unirnos a un grupo o de cambiar nuestras pautas con el fin de ajustamos a las necesidades de los demás. Este tránsito puede hacer que una persona tienda a sentirse como «engañada» por el Universo, aunque sin llegar a tener una idea demasiado clara del objeto de su engaño.
Urano refleja vuestra propia necesidad de individualización y el tránsito de Neptuno puede ser el que indique el momento preciso para que tenga lugar este hecho. Estos pueden ser unos años durante los cuales os sintáis atraídos por el mundo de la filosofía, por la religión o la meditación, así como por aquellas terapias que os permitan descubrir vuestro potencial interior. O, quizás, no veáis que suceda nada de esto en vuestra carta astral.
Cuando Urano aspecta a los planetas personales, el tránsito de Neptuno disolverá algunos de los conflictos. Por ejemplo, si alguien tiene una cuadratura natal Urano-Venus, el tránsito de Neptuno podrá suavizar la tendencia innata del sujeto a establecer conclusiones precipitadas. El tránsito Neptuno-Venus también causará su efecto y el aspecto natal será activado. Éste puede ser un período durante el cual el sujeto pueda llegar a comprender, a sentir, o a mostrarse más compasivo con respecto a este aspecto de su personalidad. Quizás empiece a tomar conciencia de lo mucho que su comportamiento puede afectar a los demás. Quizás empiece a disolver los modelos o las pautas de comportamiento que le hacían reaccionar así frente al amor.
Puesto que Neptuno se mueve tan despacio, habrá una faceta de la personalidad que también cambiará muy despacio. No se trata de un tránsito que os llegue por sorpresa y lo arregle todo de repente, sino que se irá esforzando poco a poco e irá disolviendo vuestros antiguos problemas.
En realidad, pueden ser considerados como ciclos en la evolución de una personalidad y, aquí, no hablaremos de ellos.
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