Cuando Urano empieza a transitar la cúspide de la Casa IV, activa todos aquellos asuntos regidos por esta casa. La casa cuatro simboliza el entorno y el ambiente de nuestros primeros años de infancia. Indica qué tipo de hogar nos gustaría crear cuando seamos adultos.
Cuando, por tránsito, Urano está situado en la cúspide de la casa cuatro, nos proporciona la oportunidad de poder comprender mejor hasta qué punto pudo llegar a afectar el ambiente vivido durante nuestra infancia a nuestro actual comportamiento. También suele señalar la posibilidad de cambiar de casa, tanto sea redecorando nuestra vivienda actual como mudándonos a una nueva. Algunas de las personas que residen en la ciudad se van a vivir al campo, mientras que las que viven en el campo deciden mudarse a la ciudad.
A nivel más mundano, el tránsito de Urano puede señalar una cierta propensión a los accidentes caseros, así como un aumento de toda una serie de actividades poco habituales en el hogar. Algunos de los problemas podrían consistir en el hecho de que la propiedad de vuestra casa pudiera estar sujeta a unas causas o soluciones poco ortodoxas o habituales.
Puesto que Urano significa liberación, creo que el potencial más importante que puede aportarnos este tránsito es el de liberar al adulto del poder ejercido por el ambiente vivido durante la infancia. No obstante, este tránsito requiere un cierto esfuerzo de introspección y, con el fin de conseguir el resultado esperado, debemos dedicarle algún tiempo. No se trata de un tránsito durante el cual las cosas ocurran por sí mismas.
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