Indica represión, carencias sexuales y afectivas, pujas internas y sentimientos de inferioridad.
También puede señalar la presencia de conflictos psicológicos sin resolver, como bloqueos que se arrastran desde la infancia; falta de recursos materiales para enfrentar los problemas; desgano; depresión; y rencor.
Señala recuerdos del pasado que encadenan el presente y pueden originar deseos de venganza.