La acción de agujerear cualquier superficie simboliza el análisis racional que hacemos de los problemas que nos aquejan.
Si hacemos una gran cantidad de agujeros, quiere decir que tendemos a obsesionarnos fácilmente; que no sabemos tomar distancia con los conflictos, sino que, por el contrario, les damos excesivas vueltas en la cabeza.
Si hacemos una gran cantidad de agujeros, quiere decir que tendemos a obsesionarnos fácilmente; que no sabemos tomar distancia con los conflictos, sino que, por el contrario, les damos excesivas vueltas en la cabeza.