Los andrajos anuncian intrigas y disputas.
Si somos nosotros quienes los vestimos, señalan que nos hemos apartado de nuestros propios valores.
De persistir en esta actitud, deberemos pagar las consecuencias.
Si somos nosotros quienes los vestimos, señalan que nos hemos apartado de nuestros propios valores.
De persistir en esta actitud, deberemos pagar las consecuencias.