Las cenizas están formadas por los restos minerales que quedan tras la combustión de algunos materiales.
Aparecen una vez que la llama se ha consumido, por eso se relacionan con lo que queda tras lo que ha consumido, en gran medida, nuestras energías.
Si vemos cenizas amontonadas, éstas representan una relación que se ha terminado, pero cuyo fin aún no hemos podido asimilar.
Si las cenizas son esparcidas por el viento, en cambio, indican que hemos terminado una obra y que, gracias a ella, seremos conocidos y admirados.
Aparecen una vez que la llama se ha consumido, por eso se relacionan con lo que queda tras lo que ha consumido, en gran medida, nuestras energías.
Si vemos cenizas amontonadas, éstas representan una relación que se ha terminado, pero cuyo fin aún no hemos podido asimilar.
Si las cenizas son esparcidas por el viento, en cambio, indican que hemos terminado una obra y que, gracias a ella, seremos conocidos y admirados.