La delación simboliza el deseo de agradar a la autoridad.
Si es otra persona quien nos delata, quiere decir que estamos siendo víctimas de un compañero de trabajo que intenta, a nuestra costa, congraciarse con los superiores.
Ser nosotros quienes delatamos a otra persona demuestra que no sabemos cómo congraciarnos con un jefe o directivo al que no podemos contentar.
Si es otra persona quien nos delata, quiere decir que estamos siendo víctimas de un compañero de trabajo que intenta, a nuestra costa, congraciarse con los superiores.
Ser nosotros quienes delatamos a otra persona demuestra que no sabemos cómo congraciarnos con un jefe o directivo al que no podemos contentar.