Las ataduras nos quitan libertad; por lo tanto, cualquier acción que implique desatar ligaduras, simboliza la necesidad de liberación.
Desatar a otra persona a la que nosotros mismos hemos atado, indica que nos sentimos más seguros con respecto a su afecto, que hemos logrado valorarnos más y mejor y que, por ello, podemos tener relaciones menos dependientes.
Desatar a otra persona a la que nosotros mismos hemos atado, indica que nos sentimos más seguros con respecto a su afecto, que hemos logrado valorarnos más y mejor y que, por ello, podemos tener relaciones menos dependientes.