El hecho de encadenar a otra persona significa que no soportamos que otros hagan su voluntad, que bajo el disfraz de protección que esconden nuestras palabras y actos, tenemos un espíritu déspota y ególatra.
Si somos nosotros los encadenados, es señal de que estamos sufriendo los abusos de una persona que dice querernos.
Si somos nosotros los encadenados, es señal de que estamos sufriendo los abusos de una persona que dice querernos.