Las fauces de un depredador en primer plano simbolizan la excesiva voracidad afectiva.
La visión de la boca abierta de un animal feroz indica que nuestra pareja es demasiado posesiva, que no nos deja espacio para ser nosotros mismos.
Si el animal ataca, es señal de que tenemos pocas posibilidades de resolver este problema, ya que si planteamos un distanciamiento o una ruptura, nos manipulará de manera que la culpa nos ocasione un profundo desasosiego.
La visión de la boca abierta de un animal feroz indica que nuestra pareja es demasiado posesiva, que no nos deja espacio para ser nosotros mismos.
Si el animal ataca, es señal de que tenemos pocas posibilidades de resolver este problema, ya que si planteamos un distanciamiento o una ruptura, nos manipulará de manera que la culpa nos ocasione un profundo desasosiego.