Representan un modo de aliviar las tensiones que nos afligen; sobre todo si se trata de juegos infantiles e inocentes.
A menudo constituyen una recomendación de descanso.
Si estamos demasiado abocados a nuestro trabajo y nos desahogamos para el ocio, la mente no tiene tiempo para reponerse al estrés cotidiano y, más tarde o más temprano, eso nos pasará factura.
Los juegos de azar representan una actitud irresponsable frente a los problemas.
Lo más probable es que estemos posponiendo su solución en la certeza de que se arreglarán por sí mismos.
A menudo constituyen una recomendación de descanso.
Si estamos demasiado abocados a nuestro trabajo y nos desahogamos para el ocio, la mente no tiene tiempo para reponerse al estrés cotidiano y, más tarde o más temprano, eso nos pasará factura.
Los juegos de azar representan una actitud irresponsable frente a los problemas.
Lo más probable es que estemos posponiendo su solución en la certeza de que se arreglarán por sí mismos.