Como contraposición a la luz, símbolo de inteligencia, razón e, incluso, divinidad, la oscuridad se relaciona con la necedad, el miedo, la falta de objetivos religiosos, el materialismo.
Si nos encontramos en medio de la oscuridad y eso nos provoca una lógica angustia o ansiedad, quiere decir que estamos demasiado apegados a los bienes materiales y que, por falta de orientación religiosa, no le vemos un sentido cabal a la vida.
Si, por el contrario, la oscuridad nos resulta agradable, podemos interpretar que tenemos la conciencia tranquila, que siempre procuramos obrar de acuerdo a nuestros principios y que mantenemos una actitud optimista ante la vida.
Si nos encontramos en medio de la oscuridad y eso nos provoca una lógica angustia o ansiedad, quiere decir que estamos demasiado apegados a los bienes materiales y que, por falta de orientación religiosa, no le vemos un sentido cabal a la vida.
Si, por el contrario, la oscuridad nos resulta agradable, podemos interpretar que tenemos la conciencia tranquila, que siempre procuramos obrar de acuerdo a nuestros principios y que mantenemos una actitud optimista ante la vida.