Las mejillas no son un lugar del cuerpo particularmente expresivo, a menos que se tiñan de rojo por la vergüenza.
Si en el sueño notamos las mejillas ardientes es señal de que tenemos deseos que no queremos reconocer y, menos aún, que sean percibidos por los demás.
Si en el sueño notamos las mejillas ardientes es señal de que tenemos deseos que no queremos reconocer y, menos aún, que sean percibidos por los demás.