Los divanes suelen ocupar un lugar de la casa destinado a las reuniones familiares, por eso señalan el estado de las relaciones entre los que conviven con nosotros.
Si el diván está roto o deteriorado quiere decir que el vínculo que mantenemos con la familia es precario.
Si nos echamos en él para dormir, indica que no somos nosotros quienes mantenemos vivos los vínculos a través de las visitas o llamadas telefónicas, que si bien les queremos, esperamos que sean ellos quienes tomen la iniciativa.
Si el diván está roto o deteriorado quiere decir que el vínculo que mantenemos con la familia es precario.
Si nos echamos en él para dormir, indica que no somos nosotros quienes mantenemos vivos los vínculos a través de las visitas o llamadas telefónicas, que si bien les queremos, esperamos que sean ellos quienes tomen la iniciativa.