Este elemento etéreo se vincula con el elemento aire y, por ello, con la inteligencia y la capacidad de comunicación.
Si olemos un escape de gas quiere decir que tenemos una lengua muy afilada, que nuestra capacidad de agresión verbal es notoria.
Si olemos un escape de gas quiere decir que tenemos una lengua muy afilada, que nuestra capacidad de agresión verbal es notoria.