Los paisajes que, en los sueños, admiramos como tales, señalan la forma en que nos gustaría vivir. No tanto desde el punto de vista material como del social.
Si nos deleitamos ante la visión de un desierto, es señal de que queremos llevar
una vida tranquila y más bien solitaria.
Los entornos boscosos indican que preferimos frecuentar todo tipo de personas, que no tenemos prejuicios a la hora de tratar con gente de rango socialmente superior o inferior.
Las praderas, señalan que intentamos rodearnos de personas productivas, que están constantemente generando proyectos.
Los entornos selváticos indican que nos gustan las personas arriesgadas y activas, capaces de embarcarse en aventuras.
Si nos deleitamos ante la visión de un desierto, es señal de que queremos llevar
una vida tranquila y más bien solitaria.
Los entornos boscosos indican que preferimos frecuentar todo tipo de personas, que no tenemos prejuicios a la hora de tratar con gente de rango socialmente superior o inferior.
Las praderas, señalan que intentamos rodearnos de personas productivas, que están constantemente generando proyectos.
Los entornos selváticos indican que nos gustan las personas arriesgadas y activas, capaces de embarcarse en aventuras.