El pasaporte, como documento que certifica nuestra identidad, simboliza el deseo de dejar claro quiénes y cómo somos.
Por tratarse de un medio de identificación que se utiliza para visitar otros países, su presencia señala que nuestra pretensión es que las personas a las que acabamos de conocer comprendan instintivamente que somos íntegros y que se puede confiar en nosotros.
Por tratarse de un medio de identificación que se utiliza para visitar otros países, su presencia señala que nuestra pretensión es que las personas a las que acabamos de conocer comprendan instintivamente que somos íntegros y que se puede confiar en nosotros.