La contemplación de retratos, sobre todo si son viejos, indican nostalgia de nuestra infancia.
Si hacemos el retrato de una persona quiere decir que sentimos la necesidad de conocerla más íntimamente, en tanto que si nos lo hacen a nosotros, la de mostrarnos más abiertos y comunicativos con quien lo está pintando.
Si hacemos el retrato de una persona quiere decir que sentimos la necesidad de conocerla más íntimamente, en tanto que si nos lo hacen a nosotros, la de mostrarnos más abiertos y comunicativos con quien lo está pintando.