Los sueños en los cuales nos presentamos como voluntarios para una buena causa, si son placenteros, deben ser entendidos como una llamada de atención, como un consejo que nos invita a ser más solidarios con los demás.
En caso de que estos sueños fueran angustiosos, el mensaje podría resumirse en una frase: «la verdadera caridad comienza por casa».
Es decir: antes de dar todo a los demás debemos alimentarnos a nosotros mismos porque una generosidad sin límites es más una compulsión que un acto deliberado de ayuda al prójimo.
En caso de que estos sueños fueran angustiosos, el mensaje podría resumirse en una frase: «la verdadera caridad comienza por casa».
Es decir: antes de dar todo a los demás debemos alimentarnos a nosotros mismos porque una generosidad sin límites es más una compulsión que un acto deliberado de ayuda al prójimo.