En esta actividad son imprescindibles dos cualidades: la fuerza y la destreza. Sólo quien tiene un conocimiento profundo del propio cuerpo, de las posibilidades de fuerza, flexión y extensión, son capaces de conservar el correcto equilibrio, de vencer la gravedad.
Pero la acrobacia no sólo exige una buena preparación física sino, también, una profunda calma mental que permita la concentración.
Si en el sueño realizamos acrobacias, significa que estamos listos para desplegar nuestras capacidades más dormidas, que tenemos, además, un buen punto de apoyo mental que augura el éxito.
Es posible que en el sueño hagamos acrobacias, no por propia voluntad, sino por la necesidad de eludir un peligro.
En estos casos, el sentimiento que acompaña las imágenes oníricas es de ansiedad o angustia y la interpretación que cabe es que nos resulta sumamente difícil hacer frente a las dificultades del presente pero que, al mismo tiempo, confiamos en que saldremos airosos de las pruebas.
Pero la acrobacia no sólo exige una buena preparación física sino, también, una profunda calma mental que permita la concentración.
Si en el sueño realizamos acrobacias, significa que estamos listos para desplegar nuestras capacidades más dormidas, que tenemos, además, un buen punto de apoyo mental que augura el éxito.
Es posible que en el sueño hagamos acrobacias, no por propia voluntad, sino por la necesidad de eludir un peligro.
En estos casos, el sentimiento que acompaña las imágenes oníricas es de ansiedad o angustia y la interpretación que cabe es que nos resulta sumamente difícil hacer frente a las dificultades del presente pero que, al mismo tiempo, confiamos en que saldremos airosos de las pruebas.