Los sueños son, en sí mismos, muy similares a las alucinaciones en cuanto a las imágenes imposibles (con respecto a la vida real, claro) que ambos suelen presentar.
Soñar que tenemos una alucinación es índice de que tenemos un conflicto profundamente enterrado en el inconsciente y que éste determina en gran medida nuestra forma de comportarnos en todo momento.
Otros elementos del sueño o el mismo material de la alucinación podría dar pistas que permitan discernir el tipo de conflicto.
Soñar que tenemos una alucinación es índice de que tenemos un conflicto profundamente enterrado en el inconsciente y que éste determina en gran medida nuestra forma de comportarnos en todo momento.
Otros elementos del sueño o el mismo material de la alucinación podría dar pistas que permitan discernir el tipo de conflicto.