Simboliza el afecto y los cuidados exentos de cualquier connotación sexual.
Si la estufa está encendida, es señal de que nos sentimos apreciados y valiosos; si está apagada, indica que, en nuestro interior, pensamos que damos más de lo que recibimos.
Si la estufa está encendida, es señal de que nos sentimos apreciados y valiosos; si está apagada, indica que, en nuestro interior, pensamos que damos más de lo que recibimos.