Simboliza la pereza, la indolencia, la pasividad.
Si nos vemos a nosotros mismos tumbados en una hamaca quiere decir que no estamos haciendo los esfuerzos necesarios para resolver los problemas y que no intentamos sacar el mayor partido de nuestros talentos.
Si es otra persona la que está tumbada, deberemos tomar conciencia de que estamos sobreprotegiendo a alguien, haciendo las cosas por él y que, de esta forma, lo único que logramos es perjudicarle.
Si nos vemos a nosotros mismos tumbados en una hamaca quiere decir que no estamos haciendo los esfuerzos necesarios para resolver los problemas y que no intentamos sacar el mayor partido de nuestros talentos.
Si es otra persona la que está tumbada, deberemos tomar conciencia de que estamos sobreprotegiendo a alguien, haciendo las cosas por él y que, de esta forma, lo único que logramos es perjudicarle.