Es un claro simbolismo religioso. Cuando aparece en sueños y el clima que en éstos se vive es calmo y armonioso, significa que hemos alcanzado un alto grado de paz interior.
Si la hostia es profanada o la sensación que experimentamos es de angustia o ansiedad, quiere decir que nos ocupamos demasiado de cuestiones materiales o afectivas, que hemos dejado de lado nuestra evolución espiritual, así como que sin ésta nunca alcanzaremos la felicidad.
Véase COMULGAR.
Si la hostia es profanada o la sensación que experimentamos es de angustia o ansiedad, quiere decir que nos ocupamos demasiado de cuestiones materiales o afectivas, que hemos dejado de lado nuestra evolución espiritual, así como que sin ésta nunca alcanzaremos la felicidad.
Véase COMULGAR.