Acuario Cabra

Claridad y sensibilidad, saber y fantasía.

El sólido matrimonio de estos dos signos complementarios es rico en posibilidades. El Acuario aporta independencia a la Cabra inconsecuente cuyo lema es «dependencia». La Cabra aporta su profundidad emocional. Este Acuario será más sensible que la mayoría, y la Cabra se beneficiará con una carga eléctrica de auténtica autonomía. Este sujeto estará dotado para los proyectos futuristas. Será indiferente a las críticas de la sociedad y capaz de un individualismo exasperante.
El Acuario nacido en un año de la Cabra vive el instante, para el ahora. Lo que importa es lo que sucede en este momento… y punto final. Por supuesto, semejante espontaneidad es un arma de doble filo. Por un lado, la creatividad de este nativo se ve valorizada. Ningún lamento, ningún arrepentimiento viene a obstaculizarle el camino de la invención o el descubrimiento. Sin embargo, esta libertad sin riendas a veces lo empuja a meterse en embrollos que podría haber evitado si hubiera meditado sólo unos instantes. El Acuario Cabra debe aprender prudencia y perspectiva. Si no, su gusto exagerado por el presente puede resultarle perjudicial.
Quizás el progreso de este sujeto se vea perturbado por su tendencia a la prodigalidad. Es un ser generoso y abierto. Se sentirá tentado de recoger prácticamente a todo el mundo que encuentre en su camino, por el puro placer de conocer gente nueva. En teoría, está muy bien ser tan acogedor, pero todos sabemos que el mundo está lleno de parásitos y abusadores. El Acuario Cabra suele ser víctima de los peores representantes de estas especies, y eso lo daña, pues es una persona buena y sensible y le cuesta deshacerse de los canallas.
Un Acuario Cabra sabio reconocerá sus falencias y pedirá consejo a su familia u otras personas de su confianza. Necesita un ámbito en el que pueda desarrollar sus teorías y poner en práctica su genio innato. La paz de espíritu le es indispensable y debe evitar interferencias y distracciones. Por supuesto, el aislamiento asusta a esta alma fundamentalmente gregaria, y quizá trate de huir una o dos veces antes de acometer el trabajo.
A veces se lo acusa de ser caprichoso. Algunos no lo encuentran serio, pues lo ven ligero como el aire. Es cierto que a las Cabras nacidas bajo el signo de Acuario les gusta lucirse y hacerse las payasas. Pero ésa es sólo su imagen pública. En la intimidad, estos sujetos trabajan como bueyes. Pueden vivir varios días a pan y agua, veinticuatro horas por día, en pos de alguna creación experimental de dudosos resultados. Son auténticos artistas y visionarios. No sueñan con la aprobación ni los aplausos de los demás, sino que encuentran placer en hacer lo que hacen.
No contento con ser un innovador y un excéntrico, el Acuario Cabra muestra mucha indulgencia para consigo mismo. Es capaz de comer hasta caer enfermo. Es un ser excesivo, aunque no lo atraen los excesos. La dicha que encuentra en sus excesos proviene más de lo inconsciente y el capricho.

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