Virgo Cerdo

Combinar a Virgo con Cerdo es equivalente a exponer perlas sobre un edredón de satén color marfil

La pureza espiritual de este nativo es elevadísima. Casi excesiva. Ingenuos e industriosos, sensuales y sensibles, metódicos y meticulosos, los Virgo Cerdos son personas de bien, con una «B» mayúscula.
Para el Virgo Cerdo, la maldad no existe. No puede creer verdaderamente que los seres bajos, viles, arteros y malvados abunden y nos rodeen en todas partes y en lodos los ambientes. Los Virgo Cerdos nacen creyendo que el ser humano es naturalmente noble y bondadoso. Para ellos, la gente, los animales y hasta los objetos inanimados son básicamente rectos y honorables. Sí, es posible que a veces se desvíen; sí, claro que la gente o los animales a veces se apartan de la buena senda. Pero siempre es por culpa de la sociedad.
Los Virgo Cerdos tienen una mente tan pura y un espíritu tan íntegro y sano que no consiguen darse cuenta cuando los demás actúan con maldad. Si ven a un niño que roba dinero de la cartera de su madre, transforman instantáneamente al ladrón en una víctima a la que es necesario ayudar. Si ese niño fuera hijo de ellos, no cometería esas acciones reprobables; sería un chico instruido, cultivado y lleno de los conceptos c ideas nobles dignos de un hijo de un Virgo Cerdo.
Tal vez esta actitud nos parezca ingenua. Acaso nos sintamos tentados de calificar al Virgo Cerdo de altivamente crédulo y le reprochemos que se deje engañar a sabiendas. Pero lo cierto es que a este nativo hay que llamarle la atención para que advierta el mal, pues es incapaz de verlo por sí mismo. Como consecuencia, es frecuente víctima de engaños y decepciones.
Es un sujeto práctico. Hay pocas cosas que no pueda hacer con sus manos; ninguna tarea manual es demasiado compleja para él. El arte es una segunda naturaleza para esta alma sensible, que seguramente ejercerá alguna actividad relacionada con lo artístico, ya sea mediante la apreciación de las bellas obras o a través de su propia creación.
A primera vista, este nativo da la impresión de ser un bohemio. Hay algo de poeta en sus ojos y su manera de vestirse. Sin embargo, cuando conocemos mejor al Virgo Cerdo, nos damos cuenta de que la blusa manchada de pintura y el pelo cortado a la última moda no alcanzan a disimular su necesidad, y aun su exigencia, de lujo. Aquí tenemos al artista por excelencia: ojeroso, demacrado, nervioso, frágil y tan tímido… pero que acaba de hacer remodelar la cocina de su casa invirtiendo en ello la mitad de lo que nosotros ganaremos en todo un año. Si el Virgo Cerdo no vive en la opulencia, no será feliz. El arte es algo maravilloso, pero el dinero mantiene a distancia al lobo malo del bosque.
Los Virgo Cerdos detestan la corrupción, pero ambicionan lo que ésta puede brindar. Esta contradicción los toma ligeramente esquizofrénicos. Afirman que desean llevar una vida sencilla en el campo, pero suspiran por poseer un Picasso. Parecen no preocuparse más que por lo esencial, pero aspiran al lujo. Los Virgo Cerdos son tan puros que casi podría decirse que se sienten atraídos por el mal. Cuando muestran la expresión más inocente, podemos estar seguros de que traman algo… pero con mucha discreción.

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