Cáncer Dragón

Una gran vitalidad emocional constituye el fundamento de esta sorprendente personalidad

El Cáncer Dragón nace con la capacidad canceriana de sentir profundamente la vida en todos sus aspectos. Pero también cuenta con el espíritu y el fuego del Dragón, al que lodos conocemos y amamos. Personalidad enérgica e intrépidamente entusiasta. La fuerza y el vigor del Dragón, que le permiten renacer de sus cenizas, como el fénix, otorgan humor al carácter sombrío de Cáncer. El buen tino y la dignidad de Cáncer temperan la fanfarronería del Dragón.
El Cáncer Dragón irradia un encanto casi juvenil. Sus miradas sensuales van acompañadas de un imperceptible resplandor divertido. Cáncer quiere quedarse en casa; el Dragón sólo aspira a divertirse en la ciudad. Conflicto inevitable. ¿Quién decide? ¿Quién corta cada vez el nudo gordiano? La sentimentalidad. El Cáncer Dragón es de una sentimentalidad peligrosa, que tiende a tornarlo hipersensible. Este Cánceres el único Dragón que llora en las bodas y se desmaya en los bautismos y las comuniones. Sabe muy bien cómo aliar el sentimiento con el espectáculo.
A primera vista, este sujeto da la impresión de tener una gran fuerza de carácter y capacidades ilimitadas. Pero cuando uno llega a conocerlo mejor, descubre que ese poderío es empleado muy rara vez. Los Cáncer Dragones tienen buenos músculos pero no les gusta servirse de ellos.
Aunque no sean frecuentemente seductores en el sentido clásico del término, estos nativos tendrán mucho éxito con el sexo opuesto. El agua de Cáncer calma en cierta medida el fuego del Dragón. El Dragón de Cáncer será por lo tanto menos arrogante y egocéntrico que los otros Dragones. Es un Dragón suavizado, atenuado.
Los Cáncer Dragones son personas plenas de curiosidad, que aman viajar y traer informes y trofeos de sus aventuras. Saben cuándo utilizar su energía dinámica y resultan compañeros interesantes… aunque un poco locuaces para mi gusto. Los Cáncer Dragones son idealistas. Les encantaría transformar el mundo, o al menos intentarlo.
El Cáncer nacido en un año del Dragón se sentirá atraído por todo lo artístico y sin duda será una persona ávida de cultura. Le gusta mostrarse en público, bien vestido y suficiente. El Cáncer Dragón es un signo de fuerza, aunque sin las desventajas que suele acarrear la dominación.

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