Acuario Rata

«¡Arriba y adelante!» debería ser el lema del Acuario Rata

El Acuario individualista unido a la Rata agresiva y encantadora nos da un ser dotado de una audacia y un magnetismo personal inmensos. Por un lado, el Acuario nacido en un año de la Rata procura acumular bienes materiales. Por el otro, le preocupan muy poco las posesiones tangibles. Es un bohemio ligeramente burgués. Un hippie sofisticado. Quiere ser libre e independiente. Pero no soporta estar solo. Naturaleza contradictoria plena de buenas intenciones, el Acuario Rata, que habla sin cesar y escucha muy rara vez, avanza por la vida mediante una sucesión de piruetas y saltos mortales.
Los Acuario quieren ser diferentes. Son visionarios y tolerantes. Las Ratas tienen mucha seducción personal y aspiran al poder. Por supuesto, en este dúo la Rata queda neutralizada por el Acuario altruista que lo intima a dejar de pensar en el poder hasta que llegue el tiempo en que los hombres amen a sus hermanos como a sí mismos y renuncien a hacer la guerra. El resultado es asombroso. Este sujeto irradia una gran fuerza interior. Bajo la influencia de Acuario, la codicia de la Rata se desinfla como un globo. Adiós, trampas y engaños. Buenos días, amor y libertad.
El Acuario Rata, que quisiera ver a través de las paredes para descubrir un mundo mejor, se comprometerá a menudo en la búsqueda espiritual de la verdad y el equilibrio. El Acuario es, ante todo, un pensador. La Rata es igualmente cerebral. Ambos signos son ligeramente neuróticos. Así, más que buscar la estabilidad en los caminos trillados, suelen dejarse atraer por lo cósmico, lo extrasensorial y los métodos sobrenaturales de control del espíritu y la mente. Los Acuario Ratas quieren apagar al burgués que habita en ellos; aspiran a encontrar la paz interior mediante la iluminación espiritual.
Cualquiera que sea el nivel que alcance este sujeto en su evolución parapsíquica, seguirá siendo una Rata. Y la Rata adhiere estrechamente a la vida burguesa. Las Ratas son atesoradoras y las mueve el deseo del poder. Acuario puede obligarlas a detenerse ante un torrente de agua pura, pero no puede obligarlas a beber. Este desacuerdo fundamental aumenta aún más la inseguridad interior de este nativo. Toma decisiones irreflexivas, se torna malhumorado y distante. Las emociones no son su punto fuerte; ¿entonces cómo puede expresar sus disculpas y sus excusas? ¿Cómo puede adaptarse al trajín cotidiano, con sus exigencias presionantes e in-humanas? ¿Por qué la vida es tan ridiculamente fastidiosa?
Bien, como este marginal será el primero en decírnoslo, estas preguntas no tienen respuesta. Lo malo es que la gente jamás se halla a la altura de las nobles exigencias del Acuario Rata. El fracaso de los esfuerzos colectivos lo decepciona y el egoísmo de sus íntimos lo hiere. Y ocurre que se encuentra también a sí mismo en falta. Entonces se siente realmente desolado y desorientado. ¿En qué momento se ha engañado?
Los Acuario Ratas deben aprender a aminorar la marcha, a dirigirse mediante la intuición y no siempre por el pensamiento, a permanecer tranquilos el tiempo suficiente para adquirir un poco de aplomo y de serenidad. No deben juguetear con sustancias que alteren su mente ni con sectas raras, a menos que tengan una razón concreta para hacerlo. Aventurarse en los espacios interplanetarios sin cinturón de seguridad puede resultar altamente peligroso.

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