El Búfalo (o Buey) es tranquilo y metódico. Es un ejemplo de honestidad, sencillez y responsabilidad. Bajo su aspecto más bien modesto pero implacable, esconde una mente lógica y determinada. Aunque sustancialmente introvertido, su índole enérgica puede transformarlo en un orador eficaz cuando se le presenta la necesidad. Es un trabajador incansable, sigue la rutina y las convenciones.
Gracias a su carácter constante y confiado, alcanza posiciones de responsabilidad y su presencia inspira orden y respeto. Cuando se enoja, muestra su poder de mando.