Ruidosos como los Aries, curiosos como los Géminis, pero… exigentes e imperativos.
Tienen un corazón enorme; si alguien está enfermo o sufre, los niños Leo serán capaces de todo para ayudarlo.
Pero al recibir órdenes surge el problema; se convierten en verdaderos diablillos. Mamá debe apelar, al tratarlos, al buen corazón que tienen, para que cumplan con sus obligaciones.
Papá tendrá que explicarles la necesidad de que sean obedientes. Gritos y castigos producirán rebelión en ellos, pero los castigos sensatos y aplicados con cierto aire de camaradería harán que reflexionen… y obedezcan.
Tienen un corazón enorme; si alguien está enfermo o sufre, los niños Leo serán capaces de todo para ayudarlo.
Pero al recibir órdenes surge el problema; se convierten en verdaderos diablillos. Mamá debe apelar, al tratarlos, al buen corazón que tienen, para que cumplan con sus obligaciones.
Papá tendrá que explicarles la necesidad de que sean obedientes. Gritos y castigos producirán rebelión en ellos, pero los castigos sensatos y aplicados con cierto aire de camaradería harán que reflexionen… y obedezcan.