La Balanza, símbolo de Libra, se asocia con los conceptos de equilibrio y justicia. Pero el equilibrio de la balanza sólo es posible cuando ambos platillos reciben dos medidas de peso exactamente iguales.
Lograr el equilibrio no resulta fácil; y menos fácil resulta aún mantenerlo.
Por todo esto es que el equilibrio psíquico del libriano es sumamente frágil y que el nativo del signo se siente desbalanceado por su propio peso cuando no hay otro ser que lo complemente desde el segundo platillo imaginario.
El centro de su ser está en sí mismo, en ese punto virtual entre el libriano y cada una de las personas con las que se relaciona. Para el libriano la vida es relación, su bienestar y felicidad dependen de sentirse balanceado por los demás.
Hay en el fondo de su corazón un sentimiento de ausencia, una sensación de que ser solo es ser incompleto, y una gran necesidad de encuentro de a dos.
Volver a Libra: ¿el más infiel de Zodíaco?