Los tránsitos Urano Saturno

Éste es un hermoso tránsito porque combina la madurez con la libertad y la liberación. Saturno simboliza todo aquello cuanto enfocamos con cautela o aprensión; los órganos más lentos del cuerpo, los miedos, y las insuficiencias que podemos llegar a padecer. Saturno también simboliza el efecto psicológico ejercido por el padre en la mente del niño.
A lo largo de nuestra infancia, nuestros padres han ejercido una influencia tanto física como psicológica en todos nosotros. Durante los primeros años de vida de un niño, los miedos y aprensiones del padre, así como su actitud con respecto a las figuras de autoridad o a su propia autoestima se transmiten al hijo. A medida que el padre va cambiando, también va ofreciendo nuevas imágenes a sus hijos, por lo que algunos hermanos y hermanas han podido recibir diferentes impactos psicológicos de la imagen de un mismo padre.
Durante el tránsito Urano-Saturno, podemos dejar a un lado estos miedos y aprensiones o liberarnos definitivamente de ellos. Este proceso puede durar varios años, pero cada vez que Urano forma una conjunción, una cuadratura o una oposición con Saturno, tiene lugar un nuevo paso hacia adelante y conseguimos recuperar algo más de libertad.
Si Saturno aspecta al mismo tiempo a los planetas personales como, por ejemplo al Sol, a la Luna, a Mercurio, a Venus, o incluso a Marte, es posible que durante este tránsito también podamos llegar a superar la violencia de cualquier aspecto natal inarmónico.
Dado que todos experimentamos el tránsito Urano-Saturno durante unos dos años, tenemos la oportunidad de realizar estos cambios lentamente, puesto que nunca tienen lugar de improviso. Las palabras claves son libertad y liberación, ya que todos nuestros miedos desaparecerán. Aspectos de la vida que anteriormente habían llegado a provocarnos una cierta aprensión, ahora dejarán de hacerlo. El miedo a la desaprobación por parte de la autoridad que tanto habíamos temido durante todos estos años, ahora empezará a cambiar y podremos enfrentarnos a aquellas situaciones que tantas dudas nos habían causado en el pasado. La casa y el signo que ocupe Saturno nos ayudará a comprender las necesidades de esta nueva personalidad.
Puesto que Saturno rige el órgano más débil o frágil del cuerpo, podemos diagnosticar nuestras debilidades, tanto a través del signo como de la casa que ocupe este planeta en nuestro tema natal. Durante este ciclo de dos años, podemos utilizar la medicina preventiva con el fin de evitar problemas de salud. Sin embargo, si durante años hemos estado descuidando nuestros cuerpos, quizás no podamos prescindir de algún tratamiento médico para compensar estos abusos. Pero si nuestros cuerpos se conservan en buena forma, la medicina preventiva bastará para ayudarnos a evitar males mayores.
Por ejemplo, la parte más débil de aquellas personas cuyo Saturno está situado en Tauro, normalmente suele ser la garganta y el colon. La garganta puede llegar a infectarse a causa de un colon perezoso. Los dietistas pueden aconsejaros que evitéis el consumo de leche y de carnes rojas. La visita a un dietista o a un especialista en medicina holística podrá inspiraros la suficiente confianza como para que cambiéis vuestra dieta y consumáis aquellos alimentos que realmente necesita vuestro cuerpo. Se suele decir que, con esta posición astral, la «barriga» siempre se engorda cuando la dieta es incorrecta, por lo que un estómago prominente puede ser la clave que nos demuestre que necesitamos cambiar de dieta. De todas formas, cualquier diagnóstico médico debe ser supervisado por un profesional.
El impacto psicológico ejercido por el padre es muy difícil de auto-diagnosticar, puesto que los recuerdos permanecen ocultos en el subconsciente y tan sólo llegan hasta nuestra conciencia en forma de miedos o de amonestaciones cuando experimentamos la necesidad de enfrentarnos al mundo. Un Saturno que ocupe una posición relevante en la carta astral puede hacer que la persona se sienta inhibida a la hora de iniciar nuevas empresas o de valorar su propia autoestima. Por ejemplo, una mujer cuyo Saturno ocupe una posición difícil dentro de su tema, podrá sentirse como una ciudadana de segunda clase por haber tenido un padre que la trataba así, tanto a ella como a su madre. Quizás ni siquiera se sienta con derecho a elegir su propia personalidad. Un hombre con un Saturno prominente puede llegar a pensar que no tiene ningún derecho de progresar en su trabajo o que no posee la suficiente creatividad como para lograr el éxito. Puede doblegarse ante cualquier tipo de presión ejercida por alguna figura de autoridad aunque en su casa siempre esté jactándose y fanfarroneando.
Estos períodos pueden ser la clave para liberarnos de nuestros complejos de inferioridad, así como para liberar nuestra personalidad con el fin de que ésta pueda desarrollarse hasta el máximo de su potencial.

Volver a Los tránsitos de Urano

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *