Marte conjunto, cuadrado o en oposición al Júpiter natal

Ciclo de malas compras

Este tránsito influye en nuestras ansias de compra. Es como si los escaparates de las tiendas estuviesen llenos de imanes que nos tentasen a entrar y a comprar cualquier cosa, aunque ni siquiera la necesitemos. Cuando, durante este período, hacemos alguna compra importante, podemos llegar a adquirir algo que, en realidad, no necesitamos, así como a pagar un precio demasiado elevado por lo que hemos comprado. Si compramos herramientas, nos pueden estar dando gato por liebre y, realmente, éste no es el mejor momento para comprar una casa o alquilar un apartamento. Tampoco es el momento más adecuado para comprarse un coche, a no ser que disfrutéis gastando todos vuestros ahorros en ir al mecánico. Personalmente, me mostré algo escéptico a este respecto y, con el fin de comprobar esta teoría, decidí comprarme mi primer coche durante este tránsito. El coche estaba nuevo y fue directamente remolcado desde un parking tan sólo una hora después de haber sido adquirido. Habían seis direcciones diferentes en el ticket del parking cuando, por fin pude encontrarlo en el depósito de la policía. Después, salí de casa con una amiga para buscar el coche y me encontré con una grúa en el lugar en el que lo había aparcado. Incluso miré debajo de la grúa, desesperado ante la idea de que alguien hubiese podido robar mi coche nuevo. Entonces, un hombre se acercó hasta nosotros y nos preguntó si estábamos buscando un coche pequeño y de color amarillo. Nos dijo que la policía acababa de llevárselo remolcado.
El primer depósito de gasolina que compré estaba lleno de agua. Gracias a Dios que el coche no tenía tanta potencia como los demás coches de la autopista. Esa noche había un tremendo atasco en el peaje de la autopista. Yo iba muy despacio y aunque estaba bastante seguro, mi coche obstaculizaba los demás coches de la autopista. Hubieron bastantes incidentes y tardé once horas en hacer una camino que por lo regular tomaría 5 horas. Tuvieron que cambiarle la batería, el depósito y un montón de cosas más. Desde entonces, el coche se convirtió en un auténtico problema pues, cada vez que tenía lugar un tránsito Marte-Júpiter, tenía que llevarlo al taller o me dejaba colgado en medio de la autopista.
¡Me compré mi segundo coche durante este mismo ciclo! No es que me lo comprase exactamente entonces, pero tomé la decisión de hacerlo durante uno de los tránsitos Marte-Júpiter. Y, por supuesto, este coche todavía me costó mucho más que el primero. Algunos de mis clientes con este tipo de problemas empiezan a investigar cuándo hicieron las compras y, después, casi siempre suelen informarme de que, efectivamente, éstas fueron pensadas o realizadas durante un tránsito inarmónico Marte-Júpiter.
Las personas involucradas en negocios de compras, con frecuencia suelen comprar demasiado durante este ciclo; acaparan un exceso de existencias en sus almacenes o malgastan grandes cantidades de dinero innecesario. Los productos comprados durante este período, más adelante, suelen resultar muy poco satisfactorios. Las personas que se compran una casa, pagan un precio excesivamente elevado por su adquisición y aquellas que alquilan un apartamento, normalmente suelen encontrar alguno muy mono, pero excesivamente caro y no pueden permitirse conservarlo durante mucho tiempo, a no ser apretándose el cinturón.
Las relaciones también pueden verse afectadas por este ciclo. En la carta astral, Júpiter refleja nuestra forma de relacionarnos con los demás, de expandirnos y de abrirnos al mundo. Cuando tiene lugar un tránsito de Marte, éste proporciona un incentivo a nuestra capacidad para relacionarnos y la tendencia es la de actuar o de responder de forma desmedida. Las personas suelen decir: no me importa, lo quiero igualmente, o no me importa, lo haré igualmente. El futuro se olvida y la necesidad inmediata del momento es lo único que importa. Si ella quiere salir a cenar fuera, pero a él no le apetece, ella se limitará a decirle: no me importa lo que tú quieras hacer, yo voy a salir. Cuando empezamos a pensar en el «no me importa», estamos a punto de ir por el mal camino. Esta energía debe ser frenada; de esta forma el período podrá ser superado y las finanzas mantenidas a raya. Así, cuando finalice el tránsito, conservaremos algo de dinero en el bolsillo, no nos habremos juntado con un montón de ropa o de accesorios inútiles y seremos capaces de tomar unas decisiones mucho más acertadas con respecto a nuestras compras.

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