Cómo decir las cosas

Una de las dudas que más suele generar la lectura de la baraja española es cómo decir las cosas al consultante. Es claro que no todas las personas prefieren saber de la misma forma lo que dicen las cartas. Hay gente que es frontal y directa, y de ese modo quiere conocer lo que las cartas tienen para decirle. Otros, en cambio, son más temerosos y pueden sugestionarse muy fácilmente. Si a una persona que tiende a sentir miedo se le dice que sufritá un accidente, es muy probable que esa idea no le permita vivir en paz durante largo tiempo. Incluso puede generar inconscientemente las condiciones necesarias para que ese accidente suceda. Por esa razón, es conveniente considerar la sensibilidad del consultante para saber cómo decirle aquello que aparece en las cartas. Ningún mensaje debe ser desalentador, sino todo lo contrario. Es imprescindible, además, recordarle siempre al consultante que todo lo que dicen las cartas puede ser modificado. Las tiradas no ven el futuro, simplemente analizan los hechos presentes que, de no ser modificados, tendrán el desenlace lógico.
Por otra parte, en el destino están escritas las situaciones, pero no las soluciones. Esto quiere decir que hay eventos que sí se van a producir pero la persona puede cambiar el resultado. Si las cartas anuncian la posibilidad de tener una pelea con algún amigo, el consultante podrá elegir otra manera de actuar para evitar que eso suceda. Del mismo modo, si las cartas anuncian el peligro de un despido laboral, será la ocasión propicia para mejorar el desempeño en el trabajo, o para comenzar la búsqueda de uno nuevo.
De nada servirá dar un pronóstico muy certero, si el consultante no puede hacer nada con él para mejorar su vida. Por ese motivo, antes que decir la verdad es mejor decir algo útil, algo que le permita a la persona mantener sus esperanzas, tener ganas de cambiar, incrementar su fuerza de voluntad para afrontar lo que sigue. Si existen dudas sobre algo que aparece en las cartas, antes de repetirlo al consultante será necesario pensar si ese dato servirá para que su vida sea un poco mejor, o si representará todo lo contrario.
Existen dos temas particularmente difíciles de explicar en una tirada: las enfermedades y la infidelidad.
Cuando aparece una enfermedad, es necesario tener mucho tacto antes de comunicarlo. Si se trata de una enfermedad grave, jamás deberá decirse. Lo mejor es insistir con que el consultante debe visitar al médico. También pueden darse algunos consejos que se encuentren dirigidos a mejorar la enfermedad, o a comenzar a resolver los problemas que plantea.
Quien tira las cartas nunca debe dar un diagnóstico, sino orientar sobre algunas zonas del organismo que requieren atención. Si se trata de una enfermedad muy grave, debe insistirse con la necesidad de la consulta médica.
Si aparece la infidelidad, la cautela es el mejor aliado. Lo primero será preguntar al consultante si alguna vez ya ha tenido ese tipo de problemas con su pareja. Si la respuesta es positiva, entonces es probable que las cartas estén indicando un engaño. En caso contrario, será necesario preguntar un poco más acerca de la naturaleza de la relación antes de continuar.
A menudo las cartas hablan de infidelidades cuando se refieren a amigos o parientes muy cercanos, pero no se refieren a un engaño amoroso sino a que esa persona está alejándose, o se encuentra distanciada momentáneamente. Por todas estas razones, así como por las consecuencias que tendría para la pareja alertar sobre una infidelidad no probada, es mejor ser muy cauto y no arriesgar una lectura azarosa. Hay dos características que acompañan a la infidelidad: la presencia de cartas que describen insatisfacción en la relación actual; y otras que señalan actividad sexual (4 de bastos, 9 de bastos, 9 de espadas) fuera de la pareja.

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