Los sueños en los cuales uno se siente acorralado suelen ser muy angustiosos, ya que en ellos se busca infructuosamente la salida. No es de extrañar que, a menudo, provoquen el despertar.
Cuando en el sueño nos sentimos acorralados significa que en la vida real nos hemos puesto límites demasiado estrechos; que tenemos hacia nosotros mismos una exigencia desmedida y un afán de perfeccionismo que nos impiden disfrutar con el trabajo o con cualquier tarea que llevemos a cabo.
Si en el sueño somos nosotros quienes acorralamos a otro ser, sea persona o animal, significa que sentimos una gran desconfianza hacia las personas del entorno.
Cuando en el sueño nos sentimos acorralados significa que en la vida real nos hemos puesto límites demasiado estrechos; que tenemos hacia nosotros mismos una exigencia desmedida y un afán de perfeccionismo que nos impiden disfrutar con el trabajo o con cualquier tarea que llevemos a cabo.
Si en el sueño somos nosotros quienes acorralamos a otro ser, sea persona o animal, significa que sentimos una gran desconfianza hacia las personas del entorno.