Los sueños en los cuales experimentamos caídas suelen terminar de forma brusca, ya que la carga de angustia que contienen es la que nos hace despertar.
A veces se producen como respuesta a la situación que vive nuestro cuerpo mientras soñamos; por ejemplo cuando nos acercamos al borde del colchón y tenemos riesgo de sufrir una caída real, pero otras, nacen a consecuencia de nuestro estado interior.
En general puede decirse que estos sueños son advertencias del inconsciente para que tomemos conciencia de aquello que no estamos haciendo bien. Pueden anunciar problemas económicos o pérdida de prestigio o prevenirnos del resultado de caer en tentaciones poco recomendables.
Si experimentamos una caída en sueños y ésta se resuelve en un vuelo placentero, debemos entender que en el presente hemos de dar un paso importante que nos provoca mucho miedo, de ahí que lo representemos con una caída, pero que, en el fondo, nos conviene hacerlo porque nos proporcionará beneficios (representados por el vuelo).
Véase ACANTILADO.
A veces se producen como respuesta a la situación que vive nuestro cuerpo mientras soñamos; por ejemplo cuando nos acercamos al borde del colchón y tenemos riesgo de sufrir una caída real, pero otras, nacen a consecuencia de nuestro estado interior.
En general puede decirse que estos sueños son advertencias del inconsciente para que tomemos conciencia de aquello que no estamos haciendo bien. Pueden anunciar problemas económicos o pérdida de prestigio o prevenirnos del resultado de caer en tentaciones poco recomendables.
Si experimentamos una caída en sueños y ésta se resuelve en un vuelo placentero, debemos entender que en el presente hemos de dar un paso importante que nos provoca mucho miedo, de ahí que lo representemos con una caída, pero que, en el fondo, nos conviene hacerlo porque nos proporcionará beneficios (representados por el vuelo).
Véase ACANTILADO.