Aunque esta palabra tiene diversas acepciones, se utiliza generalmente en política para indicar la expulsión de un mandatario del puesto que ocupa.
Derrocar a alguien en sueños indica que nos rebelamos ante algunas de las normas que nos han inculcado en la infancia y que estamos dispuestos a crear nuestra propia escala de valores pero que, en el fondo, nos sentimos estafados porque nos han dado pautas que no nos sirven para manejarnos correctamente en la vida cotidiana.