Los amaneceres marcan el comienzo del día y si los vemos en sueños, indican el inicio de una nueva etapa.
Si es un amanecer agradable, el período que nos toque vivir próximamente será excelente.
Si, en cambio, el amanecer es lluvioso, con nubarrones o tormenta, señala que aún tenemos cosas pendientes y que conviene que no nos lancemos a nuevas tareas hasta no haberlas terminado.
Si la sensación es de paz interior, quiere decir que últimamente hemos puesto en orden nuestro interior y que nos espera una época de gran felicidad.
Si es un amanecer agradable, el período que nos toque vivir próximamente será excelente.
Si, en cambio, el amanecer es lluvioso, con nubarrones o tormenta, señala que aún tenemos cosas pendientes y que conviene que no nos lancemos a nuevas tareas hasta no haberlas terminado.
Si la sensación es de paz interior, quiere decir que últimamente hemos puesto en orden nuestro interior y que nos espera una época de gran felicidad.