Por la localización de los centros olfativos en el cerebro, este sentido es el que más se relaciona con las emociones.
Los olores agradables y frescos están vinculados a la armonía y paz interior; los densos y dulces, al mundo afectivo, a las relaciones amorosas; los ácidos o picantes, a los problemas que debemos enfrentar.
Los olores desagradables representan las tentaciones a las que no queremos sucumbir.
Los olores agradables y frescos están vinculados a la armonía y paz interior; los densos y dulces, al mundo afectivo, a las relaciones amorosas; los ácidos o picantes, a los problemas que debemos enfrentar.
Los olores desagradables representan las tentaciones a las que no queremos sucumbir.