La virgen María es, simbólicamente para los católicos, la gran madre de todos.
Reúne las virtudes propias de la maternidad, como son la generosidad, la bondad, la comprensión incondicional, el consuelo, etc.
Soñar con ella puede ser, por una parte, el equivalente a una llamada espiritual pero, por otra, indicar que echamos en falta en nuestra madre real las cualidades de María.
Reúne las virtudes propias de la maternidad, como son la generosidad, la bondad, la comprensión incondicional, el consuelo, etc.
Soñar con ella puede ser, por una parte, el equivalente a una llamada espiritual pero, por otra, indicar que echamos en falta en nuestra madre real las cualidades de María.