Las demostraciones de afecto que hacemos o recibimos en sueños son, la mayoría de las veces, compensatorias.
Indican que, en la vida real, somos bastante reacios a dar muestras de ternura o de cariño por temor a acostumbrarnos a ellas y perderlas en un futuro.
Indican que, en la vida real, somos bastante reacios a dar muestras de ternura o de cariño por temor a acostumbrarnos a ellas y perderlas en un futuro.