Estos documentos, que tienen por objeto asegurar que algo es verdad, simbolizan, paradójicamente, la suspicacia, la desconfianza.
Si somos poseedores de un certificado quiere decir que sentimos que no nos toman en serio, que dudan de nuestra palabra y de nuestras intenciones.
Si este documento está en manos de otra persona, indica que tendemos a no creer lo que nos dicen los demás.
Si somos poseedores de un certificado quiere decir que sentimos que no nos toman en serio, que dudan de nuestra palabra y de nuestras intenciones.
Si este documento está en manos de otra persona, indica que tendemos a no creer lo que nos dicen los demás.