Soñar con un Color

Cada cultura ha atribuido a los colores diferentes significados que, con el tiempo, se han empleado en la liturgia, en la heráldica, en el arte y en la literatura.
En general, soñar con colores fríos simboliza la pasividad, lo negativo en tanto que los colores cálidos se relacionan con la actividad, la vitalidad.

Cada color, por otra parte, tiene, como se explica a continuación, su propio significado.

El azul, color del cielo, simboliza el pensamiento y habla de una tendencia a centrar la máxima actividad en la esfera mental.
El amarillo, es el color de la intuición, del Sol que ilumina y hace huir a la oscuridad. Soñar con él indica que tenemos muy desarrollada esta función psicológica.

El rojo es el color del fuego, de la sangre, de los sentidos, de la percepción del propio cuerpo.

Si lo vemos en sueños quiere decir que sabemos escuchar a nuestro organismo, percatarnos de sus necesidades.
El verde es el color de la naturaleza, por eso se relaciona con la percepción de lo que nos rodea.

Su presencia da cuenta de nuestra capacidad de observación, de captación de todo lo que ocurre en nuestro entorno.
El negro es la ausencia de color, de ahí que, en Occidente, represente el luto, la muerte.

Sin embargo, cuando aparece en sueños no siempre tiene connotaciones negativas; a menudo indica el final de un proceso que, tal vez, haya sido difícil y doloroso.
El blanco se ha asociado tradicionalmente a la pureza, a la inocencia y a la castidad.

Habla de la elevación de nuestro espíritu, de la frugalidad y alejamiento de los bienes terrenales.
Los colores como el violeta (combinación de azul y rojo) o el anaranjado (amarillo y rojo) participan de las características de sus componentes.

La combinación de los objetos que aparecen en las imágenes oníricas con su color permite hacer una lectura muy rica de los mensajes de nuestro inconsciente.

Diccionario de Sueños

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